1. Come proteínas en el desayuno para bajar de peso

Las proteínas pueden regular las hormonas del apetito para ayudar a las personas a sentirse llenas. Esto se debe principalmente a una disminución en la hormona del hambre y un aumento en las hormonas de saciedad. Los efectos hormonales de comer un desayuno rico en proteínas pueden durar varias horas.

Buenas opciones para un desayuno rico en proteínas incluyen huevos, avena, mantequilla de nueces y semillas, gachas de quinua, sardinas y budín de semillas de chía.

2. Reduce el consumo de azúcar y carbohidratos refinados

La dieta occidental es cada vez más rica en azúcares añadidos, y esto tiene vínculos definitivos con la obesidad, incluso cuando el azúcar se encuentra en bebidas en lugar de alimentos.

Los carbohidratos refinados son alimentos muy procesados que ya no contienen fibra y otros nutrientes. Estos incluyen arroz blanco, pan y pasta. Estos alimentos se digieren rápidamente y se convierten igual de rápido en glucosa.

El exceso de glucosa ingresa a la sangre y activa a la hormona insulina, que promueve el almacenamiento de grasa en el tejido adiposo. Esto contribuye al aumento de peso.

Por ejemplo, existen algunos tipos de dietas, como la Keto, que buscan disminuir el consumo de carbohidratos y reemplazarlos por proteina, de esta manera se estimula la quema de grasas para convertirlas en energía.

Igualmente, el azúcar puede reemplazarse, por ejemplo con estevia, que es una hierba con cero calorías, pero que aporta mucho dulce y sabor a tus comidas.

3. Come mucha fibra

La fibra dietética describe a los carbohidratos de origen vegetal que no es posible digerir en el intestino delgado, a diferencia del azúcar y el almidón. Incluir mucha fibra en la dieta puede aumentar la sensación de saciedad, lo que puede conducir a la pérdida de peso.

Los alimentos ricos en fibra incluyen:

• Cereales integrales para el desayuno, pasta integral, pan integral, avena, cebada y centeno.
• Frutas y vegetales.
• Frijoles y legumbres.
• Nueces y semillas.

4. Bebe agua tibia

Comenzar el día con un vaso de agua tibia limpia el sistema digestivo y mejora el metabolismo. La costumbre de beber agua a primera hora de la mañana está respaldada especialmente en la cultura japonesa.

También es importante mantenerse hidratado durante el día ya que esta práctica promueve la pérdida de peso. La lógica detrás de esto es simple; beber agua ayuda a evitar comer y beber calorías adicionales en forma de otras bebidas con alto contenido calórico. Con la ingesta regular de agua nos sentimos más llenos y, por lo tanto, no comemos tanto.

5. Usa platos más pequeños

Usar platos más pequeños puede ayudarte a comer porciones más pequeñas. Al usar platos y tazones más pequeños, es posible que puedas acostumbrarte gradualmente a comer porciones más pequeñas sin pasar hambre. El estómago tarda unos 20 minutos en decirle al cerebro que está lleno, así que come despacio y deja de comer antes de sentirte lleno.

Como ves, bajar de peso no es una misión imposible, solo requiere un poco de voluntad y seguir estos consejos con disciplina